Llevamos juntos.

martes, noviembre 28, 2006

Calma.

Así me siento, calmado, en paz. Hoy es un día plácido, por lo menos en lo que a mi se refiere. Por lo demás, llueve y hace mucho frío, la carretera estaba mal por un accidente, pero he venido al trabajo muy plácidamente. No se si entendeís lo que quiero decir, conduces, vas pensando, apaciblemente, con la radio encendida, ves a otras personas de mal humor por el tráfico, pero tu no, tu estás tranquilo, feliz, contento contigo mismo. Así me sentía, a pesar del mal tiempo, a pesar del atasco. Siempre lo digo y siempre lo diré, me encanta conducir, especialmente en días como el de hoy (reitero que me refiero a mi estado de ánimo). Prisa?, ninguna, al final llegas igual, aunque séa más tarde, y de todos modos el atasco era para todos, de hecho no hay nadie en la oficina y me siento un poco como en una película, con esa sensación de "me habré perdido algo?". De hecho comienzo a pensar si no será festivo hoy y nadie me ha avisado. No, no creo.

Ayer, cuando me acosté, no tuve un sueño muy plácido, me costó conciliar el sueño. Sentía deséos de llamar a Lau para contarle lo que me pasaba por la cabeza, pero no quise preocuparla, ni por mis pensamientos, ni por la hora que era. Al final dormí, y me desperté muy bien. Tengo la sensación de que mi cerebro se está asentando, que está reorganizando los recuerdos, los sentimientos, que se está revolviendo para hacer un hueco aún mayor para ella. Hay memorias que están desapareciendo, otras se acumulan en algún lugar, pero esta vez accesibles para mi. Claro que mientras él hace eso, esos recuerdos, sentimientos, vienen a mi, eso es un poco lo que me sucedió anoche, cuando viejos miedos asomaron su cabeza (mi niña, tu tranquila, que no es nada malo, no son esos miedos, sinó otros más de mi infancia). Fue muy extraño, porque llevaba dos años sin pensar en ellos, y de repente aparecen, pero de otra manera. Uno de mis miedos más recurrentes en el pasado era a la muerte. Me acostaba en mi cama, cerraba los ojos y de repente pensaba en la muerte. Ese pensamiento me daba un pánico terrible, tenía que levantarme de la cama, tratar de pensar en otra cosa, porque el miedo era enorme. Ayer vino a mi, pero a diferencia del pasado, esta vez no fue necesario levantarme, solo pensé en mi futuro, en mi amor, en todo lo que tengo ahora, mi trabajo, mi vida en general, y se fue, sin más.

Así que, en estos momentos, los cambios se sobrevienen, tengo la impresión de que todo esto es una preparación, una limpieza general de mi cabeza, para que cuando ella venga, todo esté mejor que bien. Por lo menos está coincidiendo en el tiempo. Dentro de dos meses (y unos pocos días) iré al aeropuerto a comenzar mi nueva vida. Dentro de dos meses me levantaré solo por última vez. Dentro de dos meses, prepararé mi habitación para compartir mi vida con otra persona. Al igual que limpiaré mi habitación, que prepararé los armarios para hacerle un hueco, también debo limpiar mi cabeza de todo lo triste y de todos los temores que hay en ella. Eso hago estos días.

Mi amor, mi vida, te dije ayer que cambiaste mi vida, y en realidad es mucho más que eso, no solo la cambias, sinó que la mejoras. Tu eres la mano que me ayuda a barrer la basura de mi cerebro (no quiero decir que mi cerebro séa basura, jeje). Quiero compartirlo todo contigo, sobre todo lo bueno, pero también estaré ahi para compartir lo malo. No quiero ser una carga para ti, sinó una bendición, eso te lo dije ayer. También quiero que sepas, al igual que tu me dijiste ayer, que yo tampoco te abandonaré NUNCA. TE AMO, TE QUIERO y punto.

1 comentario:

Laura dijo...

ASi será mi vida. JUNTOS barreremos toda la mierda que hay en nuestros cerebros (porque el mio también está un poquito sucio).
TE AMO precioso mio y si Dios asi lo quiere lo haré hasta el día en que me muera (a tu lado). Sé que asi será.