Llevamos juntos.

domingo, octubre 22, 2006

Yo también te quiero.


Son las 11, me desperté hace apenas 10 minutos, con una buena sensación. Se estaba muy bien en cama, sé que podía seguir durmiendo, pero ya es suficiente. Era uno de esos momentos en los que dormir te hace feliz, pero precisamente por eso preferí levantarme, para mantener esa sensación. Siempre hago lo mismo cuando me levanto, es mi pequeña rutina matinal. Salgo de cama, enciendo el ordenador, tomo mi taza de desayuno, blanca con un dibujo de Homero Simpson, agarro una bolsita de te y me voy a la cocina a calentar agua. Mientras el agua se calienta aprovecho para ir al baño, quitarme el aparato de la boca y bueno, hacer mis cosas. Regreso a la cocina y termino de prepararme el te. Luego vuelvo a la habitación con mi te ya preparado, dispuesto a revisar mi correo. No tengo nada, "Que vaguita!!" pienso, entonces entro en el blog, sin esperar encontrar nada, pero para responder al pequeño, pero lindísimo post de ayer. Entonces, es cuando me llevo una sorpresa, aunque en el fondo ya sabía que iba a encontrar algo, por eso me desperté así de feliz.

Leo, y mis ojos se tornan por un momento llorosos. No lloro, pero la sensación es la misma. Decido responder con un comentario y comienzo a escribir. No tardo mucho en pensar que un comentario no será suficiente, así que decido escribir un post.

Cuando escribo cartas, me gusta explicar como estoy, que es lo que estoy haciendo y cuales son los pasos que me han llevado a esribir. Es una costumbre que tengo desde que en el colegio aprendí a escribir, me refiero a escribir cuentos. Recuerdo que en una clase, la profesora nos daba una lección sobre describir situaciones y nos puso un ejercicio. Esa fue mi primera vez, y fue cuando le encontré el gusto a escribir. Desde entonces, siempre escribo algo, aunque a veces pase tiempo sin escribir nada, pero siempre me gustó. Claro que a veces es imposible describirlo todo, puedo describir perfectamente mi habitación, o los pasos que voy dando, o un bosque precioso, un lago, la playa, momentos melancólicos, pero siempre hay algo que se me escapa. Intento describir con palabras las sensaciones que recorren mi cuerpo, mi alma y mi corazón, y por más que lo intento, siempre me salen las mismas palabras, que nunca son suficientes. Así que pienso, "porqué describirte eso, porque no simplemente describir mi vida". Sé que cuando me mires a los ojos, podrás ver en ellos eso que siento, sé que cuando estemos abrazados, tumbados en la cama, como en la foto que publicaste, podrás sentir la profundidad de mi amor por ti. Cuandote des cuenta que no soy capaz de apartar los ojos de ti ni un instante, cuando sientas la fuerza de mis brazos en torno a ti, cuando conozcas la dulzura de mis besos, de mis caricias. Cuando me véas llegar con la sonrisa más grande en mis labios y una mezcla de tristeza y alegría profunda en mis ojos al verte por fin.

Durante este tiempo he descubierto muchas cosas, una de ellas es que el amor duele, y duele muchísimo, pero ese dolor es maravilloso. He descubierto que la vida puede ser difícil, casi imposible a veces, pero que debe ser así, para poder reconocer los buenos momentos cuando llegan, y disfrutarlos aún mas. Hace una semana me dibujé, y por primera vez en muchos años, fui capaz de dibujar una sonrisa en mi rostro, bueno, fue un esbozo, pero por lo menos sonreía. No se si recuerdas que te conté que la psicóloga me pidió que dibujase algo, lo que quisiese. Me dibujé a mi mismo, porque siempre lo hago. Quizás sere un poco egocéntrico, pero cuando dibujo siempre me dibujo a mi mismo. Entonces fue cuando, con ayuda de la psicóloga, cuando me di cuenta de que siempre me dibujaba igual, triste, con un rictus de sufrimiento. Ella me preguntó que porque me dibujaba así, y yo contesté que no me salia de otro modo, que no era capaz de dibujarme alegre. Yo suponía que era porque no soy bueno dibujando, pero no era por eso, sinó porque no conocía mi rostro de otra manera, porque asi me veía yo siempre. Así que ahora si que puedo, en mi rostro hay sonrisa durante más tiempo que cara seria.

Escribo, y me dan ganas de no parar nunca, porque son muchas las cosas que quiero decir. Ahora pienso en el poco tiempo que queda, en cinco días estare en el trabajo, deseando que termine la jornada. Los nervios no podrán conmigo, aunque todo el día estaré frenético, preocupado porque todo salga bien, que llegue a tiempo al aeropuerto (me sobra tiempo, pero con lo nervioso que estaré seguro que me parecerá poco). Me conozco muy bien como para saber que estaré allí 5 horas antes, facturando el equipaje, luego me aburriré mientras espero tanto tiempo, pero por lo menos sabré que ya tengo un asiento. De todos modos, ese aburrimiento no será tan grave, porque sabré que en unas horas estaré mirándote. Pienso en el momento en que me siente en el avión, en que por última vez en una semana te llame y te diga que salimos y que todo ha comenzado ya. Seré capaz de dormir?, espero que si, quiero estar descansado para ese día con tus papás (y tu amiga Nancy) en el bowling. Y bueno, quiero estar descansado para esa, nuestra primera noche juntos ;-).

Cada día que pasa, mis sentimientos son más fuertes, todos los días pienso que es imposible amarte más, y todos los días me sorprendo amándote más. Solo pienso en ti, solo deséo estar junto a ti, compartir mi vida entera, darlo todo por ti, incluso la vida. Esto es lo que siempre he soñado, sentirme de esta manera, amar tanto hasta el punto de dar la vida por el otro. Y eso es lo que tengo, y además es mutuo. Así que, que más le puedo pedir a la vida, si me lo ha dado todo ya.

TE AMO, mi tonti, te deséo, te necesito, te añoro, te quiero, te...... ayyyyyyyyyyy, te todo.

Pronto estare en tus brazos, y no desearé irme nunca.

No hay comentarios.: