El tiempo pasa.

La realidad se aproxima a nosotros, sus manos se posan sobre nuestras cabezas y nos tocan. Es nuestra taréa saber entenderla, no dejar que sus manos nos den sombra, sino aprovechar su sabiduría para continuar nuestro camino. A medida que el tiempo va pasando, nuestra relación continúa su evolución, va cambiando al igual que nosotros lo hacemos con ella.

Una relación es una lucha. Todas las parejas deben pasar por momentos de felicidad absoluta y otros de tristeza. Lo que diferencia a una pareja con futuro de una que no lo tendrá nunca, es que las primeras aprovechan su amor para entenderse el uno al otro. No se trata de dar sin recibir, sinó de intercambiar. El amor verdadero, el eterno, no es darse al otro por completo, no es entregarse al 100%, sinó compartirse. Todos somos diferentes, todos tenemos mucho que aprender de los demás. Así, de esta manera, lo que nos sucede a veces, en lugar de entristecernos, de romper los lazos que nos unen, debe unirnos mas.

Yo ayer he aprendido mucho de ella, y creo que ella de mi también. He descubierto que nuestro amor, el amor que nos une, va mucho más allá del romanticismo, del enamoramiento, es algo profundo y que cada día se completa más, transformándose en AMOR VERDADERO. Me doy cuenta de lo mucho que le importo a ella, de lo mucho que sufre por mis tropiezos, por mis errores. Ayer comprendí que debo aprender, que debo mejorar día a día, por mi y por ende, por ella. Solo si soy feliz podré hacerla feliz, solo si me amo primero a mi mismo, podré amarla a ella. Nuestro amor se consolida, se hace fuerte, se hace menos etereo, y aunque el enamoramiento sufre por ello, no es una pérdida, sinó una metamorfosis.

Cada día que pasa está más cerca nuestro encuentro. Cada día muero un poco mas, para renacer de nuevo entre sus brazos. Tampoco dejaré de lado el romanticismo, hay cosas que nunca cambiaré de mi mismo, y esa es una de ellas.

A ti, mi vida, mi cielo, mi amor, mi alma, mi todo, te digo, que TE AMO, y que estaré bien, por mi, por ti, porque te necesito y sobre todo, porque me necesitas.